Las lesiones en atletismo son un desafío común para los atletas, especialmente para los corredores. Comprender las lesiones más frecuentes y cómo prevenirlas es esencial para mantener una carrera saludable y sostenible. En este artículo, con ayuda de nuestros entrenadores capacitados de My Virtual Trainer, exploraremos las lesiones más comunes en el atletismo y ofreceremos consejos prácticos para prevenirlas.
Las Lesiones de Atletismo que Todo Corredor Debe Conocer
Tendinitis de Aquiles
La tendinitis de Aquiles es una de las lesiones en atletismo que se caracteriza por la inflamación del tendón de Aquiles, el cual conecta los músculos de la pantorrilla con el talón. Este tendón es el más grueso y fuerte del cuerpo, soportando grandes tensiones durante actividades como correr y saltar. Sin embargo, debido a su uso repetitivo y la falta de suficiente tiempo de recuperación, el tendón de Aquiles puede inflamarse, causando dolor y rigidez en la parte posterior del talón. Esta lesión afecta aproximadamente al 10% de los corredores.
Síntomas y Causas
El dolor y la rigidez en la parte posterior del talón son síntomas alarmantes de esta lesión en atletismo. Las causas de la tendinitis de Aquiles pueden ser diversas, y a menudo resultan de una combinación de factores. Algunas de las principales causas incluyen:
–Incremento Rápido en la Intensidad o Duración de los Entrenamientos: Aumentar rápidamente la distancia, velocidad o frecuencia de los entrenamientos sin permitir que el cuerpo se adapte gradualmente puede provocar micro desgarros en el tendón de Aquiles, resultando en inflamación y dolor.
–Uso de Calzado Inadecuado: Zapatillas que no proporcionan un soporte adecuado, especialmente en el área del talón y el arco del pie, pueden aumentar la tensión en el tendón. Además, correr con zapatillas desgastadas que han perdido su capacidad de amortiguación exacerba este problema.
–Falta de Calentamiento y Estiramiento: Un calentamiento insuficiente antes de correr y la falta de estiramientos adecuados después de la actividad física pueden contribuir significativamente a la tendinitis de Aquiles. Estos hábitos son cruciales para aumentar la elasticidad y reducir la rigidez del tendón.
–Técnica de Carrera Incorrecta: Una mala técnica de carrera, como pisar de manera inadecuada o tener un patrón de carrera que coloque una tensión excesiva en el tendón de Aquiles, puede contribuir al desarrollo de tendinitis.
–Superficies de Entrenamiento: Correr repetidamente en superficies duras o irregulares puede aumentar la tensión en el tendón de Aquiles, ya que estas superficies no absorben el impacto de manera eficiente.
–Anomalías Estructurales: Factores anatómicos, como pies planos, arcos altos o diferencias en la longitud de las piernas, pueden predisponer a una persona a desarrollar tendinitis de Aquiles debido a la distribución desigual de la carga y la tensión en el tendón.
Prevención:
Calentamiento y Estiramiento Adecuados:
–Calentamiento Dinámico: Realiza un calentamiento dinámico de 10-15 minutos antes de correr. Esto puede incluir movimientos como saltos, talones a glúteos y elevaciones de rodilla, que ayudan a aumentar el flujo sanguíneo y la elasticidad del tendón de Aquiles.
–Estiramientos Específicos: Dedica tiempo después de cada entrenamiento a estirar los músculos de la pantorrilla y el tendón de Aquiles. Ejercicios como estiramientos de pared y estiramientos en escalón son especialmente útiles.
Incremento Gradual de la Intensidad:
–Plan de Entrenamiento Progresivo: Aumenta la intensidad y duración de tus entrenamientos de manera gradual. Por ejemplo, sigue la regla del 10%, que sugiere no aumentar la carga de entrenamiento más del 10% por semana.
–Variedad en los Entrenamientos: Introduce días de descanso y alterna entre diferentes tipos de entrenamiento, como carreras de larga distancia, velocidad y entrenamientos cruzados, para evitar el sobreuso del tendón de Aquiles.
Uso de Calzado Adecuado:
–Zapatillas con Buen Soporte: Invierte en zapatillas de correr que ofrezcan buen soporte y amortiguación, especialmente en la zona del talón y el arco del pie. Consulta a un especialista para encontrar el tipo de calzado más adecuado para tu tipo de pie y estilo de carrera.
–Reemplazo Regular del Calzado: Cambia tus zapatillas de correr cada 300-500 millas (aproximadamente cada 6 meses) para asegurar que no han perdido su capacidad de amortiguación y soporte.

Fortalecimiento Muscular:
–Ejercicios Específicos para la Pantorrilla: Incorpora ejercicios de fortalecimiento para los músculos de la pantorrilla, como elevaciones de talones en escalón y ejercicios excéntricos. Estos ejercicios ayudan a fortalecer el tendón de Aquiles y a mejorar su resistencia.
–Entrenamiento de Todo el Cuerpo: Realiza ejercicios de fortalecimiento general para todo el cuerpo, incluyendo el core y las piernas, para mejorar la estabilidad y reducir la carga en el tendón de Aquiles.
Técnica de Carrera y Superficies de Entrenamiento:
–Corrección de la Técnica de Carrera: Considera trabajar con un entrenador personal de MVT o realizar una evaluación de tu técnica de carrera para identificar y corregir cualquier problema que pueda estar aumentando la tensión en el tendón de Aquiles.
–Variedad en las Superficies: Alterna entre diferentes superficies de entrenamiento, como césped, tierra y asfalto, para reducir el impacto repetitivo en el tendón de Aquiles.
Atención a las Señales de Tu Cuerpo:
–Descanso Adecuado: Escucha a tu cuerpo y toma días de descanso cuando sientas dolor o incomodidad en el tendón de Aquiles. Ignorar las señales de advertencia puede llevar a una lesión más grave.
–Tratamiento Temprano: Si comienzas a experimentar síntomas de tendinitis de Aquiles, aplica hielo, descansa y consulta a un profesional de la salud para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuado.
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Fascitis Plantar
La fascitis plantar es una de las lesiones en atletismo que se caracteriza por la inflamación de la fascia plantar, una banda gruesa de tejido que recorre la planta del pie y conecta el hueso del talón con los dedos. Esta fascia actúa como un amortiguador que soporta el arco del pie y ayuda a absorber el impacto al caminar o correr. Esta lesión es común entre los corredores, afectando alrededor del 15% de ellos en algún momento de su vida.
Síntomas y Causas
El dolor agudo en la parte inferior del talón despues de estar mucho tiempo en reposo es un síntoma claro de esta lesión en atletismo. La rigidez en la planta del pie y la sensibilidad en el arco también son comunes. Las causas de la fascitis plantar pueden ser variadas y suelen deberse a una combinación de muchos factores. Algunas de las principales razones incluyen:
–Uso de Calzado Inadecuado: El uso de zapatos que no proporcionan un soporte adecuado para el arco del pie o que tienen suelas desgastadas puede contribuir significativamente a la fascitis plantar. Los zapatos planos o aquellos con tacones altos pueden alterar la distribución de la presión en el pie, causando estrés adicional en la fascia plantar.
–Pies Planos o Arcos Altos: Las personas con pies planos (arcos caídos) o arcos extremadamente altos tienen una mayor predisposición a desarrollar fascitis plantar. En ambos casos, la distribución del peso y la absorción del impacto al caminar o correr son menos eficientes, lo que aumenta la tensión en la fascia plantar.
–Aumento de Actividad Física: Un incremento repentino en la actividad física, especialmente en deportes que implican correr o estar de pie durante largos periodos, puede sobrecargar la fascia plantar. Esto es común en corredores que aumentan la distancia o intensidad de sus entrenamientos sin una progresión adecuada.
-Superficies Duras: Correr o caminar en superficies duras sin la amortiguación adecuada puede aumentar la presión y el impacto en la planta del pie, contribuyendo al desarrollo de la fascitis plantar.
–Tensión en el Tendón de Aquiles: La rigidez en el tendón de Aquiles, que conecta los músculos de la pantorrilla con el talón, puede aumentar la tensión en la fascia plantar, especialmente durante actividades físicas intensas.
Prevención
Uso de Calzado Adecuado
El calzado adecuado juega un papel crucial en el manejo y la prevención de la fascitis plantar. Las zapatillas que ofrecen buen soporte y amortiguación pueden reducir el estrés en la fascia plantar, el tejido que conecta el talón con los dedos del pie. A continuación te daré unos tips para buscar un buen calzado:
-Soporte del arco: Asegúrate de que el zapato tenga un buen soporte del arco para reducir la tensión en la fascia plantar.
–Amortiguación adecuada: Busca zapatillas con una buena amortiguación en el talón para absorber el impacto al caminar o correr.
-Buena suela: Una suela flexible y con un buen agarre puede ayudar a mantener un movimiento natural del pie y evitar lesiones adicionales.
-Tamaño correcto: El calzado debe ajustarse bien, con suficiente espacio en la puntera para evitar presión en el pie.
Ejercicios de Fortalecimiento
Fortalecer los músculos del pie y la pierna ayuda a estabilizar el pie y a reducir la tensión en la fascia plantar. Esto puede prevenir el dolor y mejorar la funcionalidad general del pie. En cuanto a ejercicios para fortalecimiento te daré algunos muy recomendados por nuestros entrenadores de My Virtual Trainer:
-Elevaciones de talones: Ponte de pie con los pies al ancho de los hombros y levanta los talones lentamente, sostén la posición y luego baja.
–Flexiones de los dedos: Usa una toalla o banda elástica para hacer ejercicios de flexión y extensión de los dedos de los pies.
–Ejercicios de resistencia: Coloca una banda elástica alrededor del pie y realiza movimientos de empuje y tracción para fortalecer los músculos del tobillo y el pie.
-Caminar sobre los talones: Caminar sobre los talones fortalece los músculos de la parte superior del pie y el tobillo.
Estiramientos Regulares
Estirar la fascia plantar y los músculos de la pantorrilla ayuda a aliviar la tensión y a prevenir el dolor asociado con la fascitis plantar. El estiramiento regular también mejora la flexibilidad y la movilidad del pie. Teniendo esto en cuenta te citare algunos muy buenos estiramientos para prevenir la fascitis plantar:
-Estiramiento de la fascia plantar: Siéntate y coloca el pie afectado sobre la rodilla opuesta. Con una mano, tira suavemente de los dedos hacia ti hasta sentir un estiramiento en la planta del pie.
–Estiramiento de la pantorrilla: Colócate frente a una pared, coloca un pie hacia adelante y el otro hacia atrás, y dobla la rodilla delantera mientras mantienes el talón del pie trasero en el suelo.
–Rodillo de espuma: Usa un rodillo de espuma para masajear la planta del pie y la parte inferior de la pierna.

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Síndrome de la Banda Iliotibial (ITB)
El síndrome de la banda iliotibial (ITB) es una de las lesiones en atletismo que afecta aproximadamente al 12% de los corredores por sobreuso. Afecta a la banda iliotibial, una banda gruesa de tejido fibroso que se extiende desde la cadera hasta la parte externa de la rodilla. Esta banda juega un papel crucial en la estabilización de la rodilla durante actividades como correr y caminar.
Síntomas y causas
El síndrome de ITB es una de las lesiones en atletismo que ocurre cuando la banda iliotibial se irrita debido a la fricción repetitiva contra el hueso del muslo, lo que provoca inflamación y dolor en la parte externa de la rodilla. Esta lesión es muy común para los corredores y se debe a múltiples factores los cuales son los siguientes::
–Sobreuso y Sobrecarga: Realizar entrenamientos intensos sin suficiente tiempo de recuperación puede provocar irritación en la banda iliotibial.
–Técnica de Carrera Incorrecta: Correr con una técnica inadecuada, como dar pasos demasiado largos o correr en terrenos irregulares, puede aumentar la fricción en la banda iliotibial.
–Debilidad Muscular: Tener músculos débiles en las caderas y los glúteos puede llevar a un mayor estrés en la banda iliotibial durante la actividad física.
–Desequilibrios Musculares: Los desequilibrios entre los músculos de las piernas pueden contribuir al desarrollo de este síndrome.
–Tensión en la Banda Iliotibial: La falta de flexibilidad y el estiramiento insuficiente de la banda iliotibial pueden causar tensión y fricción contra el fémur.
–Uso de Calzado Inadecuado: Correr con zapatos que no proporcionan el soporte adecuado o que están desgastados puede afectar la alineación de las piernas y aumentar el riesgo de ITB.
–Superficies de Entrenamiento: Entrenar en superficies inclinadas o correr en una sola dirección en una pista pueden causar un desgaste desigual en la banda iliotibial.

Prevención
–Estiramientos Específicos para la Banda Iliotibial: Dedica tiempo antes y después de correr para realizar estiramientos específicos para la banda iliotibial. Uno de los estiramientos más efectivos es cruzar una pierna detrás de la otra y inclinarse hacia el lado opuesto, manteniendo la posición durante 30 segundos y repitiendo en ambos lados. Esto ayuda a mantener la flexibilidad y reduce la tensión acumulada en la banda.
–Estiramientos de la Cadera: Además de la banda iliotibial, estira los músculos de la cadera, como el glúteo mayor y el piriforme. Los estiramientos como el «estiramiento del piriforme» y el «estiramiento del glúteo» pueden ser muy útiles. Mantén cada estiramiento durante al menos 30 segundos y repite varias veces.
–Análisis de la Técnica de Carrera: Considera realizar un análisis de tu técnica de carrera con un entrenador personalizado de MVT o un fisioterapeuta especializado. Ellos pueden identificar cualquier desalineación o movimiento incorrecto que pueda estar aumentando la tensión en tu banda iliotibial.
–Mejora de la Cadencia: Trabaja en aumentar tu cadencia (pasos por minuto) para reducir la longitud de tu zancada. Esto puede disminuir el impacto en la banda iliotibial y mejorar la eficiencia de tu carrera.
–Postura y Alineación: Mantén una postura erguida y una alineación adecuada de las caderas y las rodillas mientras corres. Evita inclinarte hacia adelante o hacia atrás, ya que esto puede aumentar la carga en la banda iliotibial.
–Ejercicios para los Músculos de la Cadera: Incorpora ejercicios de fortalecimiento específicos para los músculos de la cadera, como los ejercicios de abducción de cadera con banda elástica, el «clamshell» y los levantamientos laterales de pierna. Estos ejercicios ayudan a estabilizar la pelvis y reducir el estrés en la banda iliotibial.
–Fortalecimiento del Muslo: Realiza ejercicios de fortalecimiento para los músculos del muslo, como sentadillas, estocadas y puentes de glúteos. Unos músculos de la cadera y el muslo fuertes proporcionan un mejor soporte y estabilidad, reduciendo la probabilidad de desarrollar ITB.
–Evita Superficies Inclinadas: Minimiza el tiempo que corres en superficies inclinadas, como caminos con pendientes o aceras con desnivel. Las superficies inclinadas pueden causar un desgaste desigual en la banda iliotibial, aumentando el riesgo de irritación y lesión.
–Variedad de Superficies: Alterna entre diferentes tipos de superficies, como césped, tierra y asfalto, para reducir el impacto repetitivo en la banda iliotibial. Correr en superficies más suaves, como césped o tierra, puede disminuir la carga en las articulaciones y los músculos.
Implementar estos métodos de prevención puede ayudarte a reducir significativamente el riesgo de desarrollar el Síndrome de la Banda Iliotibial y mantenerte en el camino hacia tus objetivos de carrera sin interrupciones. Con la guía de My Virtual Trainer y nuestros entrenadores personalizados de MVT, puedes disfrutar de un entrenamiento seguro y efectivo. Prevenir lesiones es fundamental para cualquier atleta que desee mantener su rendimiento y disfrutar del atletismo a largo plazo. Siguiendo estos consejos, puedes minimizar el riesgo de lesiones y correr de manera más segura y efectiva.
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